Galicia Shemale Escort Review: Nicolly Escobar en Bilbao, esperando este momento doce largos meses.
Autor: gary
Este relato comienza cuando veo por fin el anuncio de Nicolly Escobar en la web (Estaba en Bilbao).
Llevaba esperando este momento doce largos meses, viendo sus fotos en la web personal y pensando que su gigantesco culo seria mío otra vez. No sé ni las veces que me masturbaba pensando en ella, hasta he llegado a pensar que es mi pareja sexual perfecta en este mundo, o mi media naranja. . .
Aquel día de Junio salí del trabajo acelerado y la llame. Estaba en un ático en el centro y subí con el corazón que se me salía del pecho. Por fin me abrió la puerta y VUALA!!!Allí estaba mi rubiaza, con las medias rosas de red que viste en las fotos. Ya me la había tirado dos veces pero es que esta chica me la pone durísima.
Lo primero que hice fue besarla en el pasillo, agarrar aquellas nalgas por las que mataría y darla un cachete en su culazo tatuado. Me encanta cuando se menean sus carnes como un flan cuando las golpeas. El pasillo se hizo eterno, solo oía el ruido de sus tacones en la madera y miraba desde detrás su gelatinoso culo. . . bufff!! Me metí en el cuarto y nos arrodillamos juntos en la ancha cama. Ni me moleste en fijarme si había espejo. La bese profundamente, la acaricie sus grandes y redondas tetas por un par de minutos y saque mi pollón bajando la bragueta.
Por fin estaba fuera, con los cojones cargados para darla mi mejor semen. Me la empezó a chupar a cuatro patas sobre la cama. Mi polla estaba durísima y no pude contener mis ansias. Me desabroche el pantalón corto que vestía y la mande que se pusiese a cuatro patas. Su gigantesco y femenino culo estaba por fin ante mí, ese tatuaje de huellas de gato y esos enormes glúteos que se menean como un flan. La metí la lengua hasta dentro, saboreando al cien por cien su culo sambero brasileiro. Que par de minutos mágicos! Agarre mi pollón y se la metí sin cuidado y hasta dentro, sintiendo su calorcito interior, agarrando su flácido culo. Se puso a gemir de manera muy femenina, cosa que me encanta. Su sumisión dio paso al meneo de atrás para adelante.
Es un espectáculo ver tu polla entrando y saliendo de ese empacho sexual, gozar de las desproporcionadas medidas de sus caderas y nalgas, verlas bailar al ritmo de tus tambores, saborear su femineidad y oír dulces gemidos sumisos; en resumen, la fantasía de todo hombre, esto es, disfrutar de una chica rubia tipo Barbie voluminosamente tabu, que pide sexo a raudales cada vez que la miras. Tras varios minutos de mete saca-mete saca y gimiendo con ella llegue al paraíso. Mi pollón estaba a tope y dispuesto a disparar leche de primera calidad. La agarre de sus rubias crines y acelere mi ritmo, haciendo sonar de manera notable sus interminables y juguetonas carnes sobre mi polla. SPLAS-SPLAS solo se oía en la habitación, hasta que, mi grito de placer abordo el piso. Fue un grito salvaje, masculino, interminable.
Saque mi polla de su grandioso culo potolo y me corrí sobre el agujero de su culo y sobre sus sexys nalgas. Había para dar y tomar. Mi leche no dejaba de salir a espasmos, el momento tan deseado por fin había llegado. . . La golpee con m polla todavía dura sobre su culo tantas veces como quise, hasta prácticamente hartarme, salpicando mi leche por toda la cama. Se dio la vuelta y me la chupo. Aquello fue la guinda para el pastel. Tras 10 minutos de descanso, volví al ataque, pero esta vez me la folle a lo misionero, y más calmadito.
Tendríais que haber visto cuando se abrió de patas y puso su gran culo mirando hacia arriba. . . GUAU! Que ojete más follado tiene esta tía. Solo de pensar la de pollas que habrán entrado ahí. . . La llamaron por teléfono y acepto la llamada, quedando con un nuevo cliente mientras se la metía. Ella me empezó a mirar y me empezó a llamar CAHONDO. . . umm! (TODO ESTO HABLANDO ENTRE GEMIDOS CON EL NUEVO CLIENTE, QUE TUVO QUE ALUCINAR).
Finalmente viendo que no podía hablarle ni gemir al mismo tiempo, le colgó y prefirió mi polla y mi caliente leche a quedar con el cliente. Aquello fue sensacional. Su polla se empino y gozaba aún más que antes. Me volví a correr, pero esta vez dentro de la rubia. . . Qué bueno!
Me fui para casa contento y consolado, aunque no tarde en visitarla otras dos veces más durante esa semana. . . CIAO!
Added on September 04, 2017 at 12:00 am